martes, 20 de octubre de 2009

Cerrar la central nuclear de Garoña en 2013 es un grave error

MADRID, ESPAÑA // El anuncio de la renovación de la licencia de funcionamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña hasta 2013 se debe a una decisión política sin base técnica alguna, económica o de seguridad. Las consecuencias de esta decisión irresponsable afectarán directa y negativamente a la producción eléctrica española, al medio ambiente, a la economía y a la competitividad de la industria, así como al bienestar de los ciudadanos españoles.

La decisión adoptada por el Gobierno, basada únicamente en criterios ideológicos, desoyendo las recomendaciones del CSN y sin tener en cuenta las necesidades energéticas del país es un grave error, que la industria nuclear espera que sea algo aislado, puntual y con posibilidad de ser enmendado en el futuro. Anteponer una promesa electoral a las necesidades de un país solo puede ser clasificado como una frivolidad política, que no merece la sociedad española.

Para la Presidenta de Foro Nuclear, Mª Teresa Domínguez, el anuncio del cierre de esta central nuclear en 2013 supone: "Una decisión irresponsable con la sociedad. No existe argumento alguno para que España llegue a distintas conclusiones que el resto del mundo sobre la necesidad de la energía nuclear en el sistema eléctrico. Cerrar una instalación segura, mandar a sus empleados al paro, deteriorar la competitividad de la industria, empeorar la economía española e incrementar la factura de la luz, entre otras consecuencias, demuestra una grave falta de responsabilidad".

Respecto al futuro de la industria nuclear, la Presidenta de Foro Nuclear afirma: "La industria nuclear, asumiendo su responsabilidad con la sociedad, continuará trabajando para que el valor estratégico de esta energía siga ocupando un puesto destacado en el mapa energético. La decisión del Gobierno supone un mensaje negativo no sólo para el conjunto del sector nuclear, también para el tejido industrial y tecnológico del país porque manifiesta una evidente indefensión jurídica".

Foro de la Industria Nuclear Española considera un grave error y una irresponsabilidad la decisión del cierre de la central nuclear en 2013 por las siguientes razones:

GARANTÍA DE SUMINISTRO:

El cierre de Garoña significa dejar de producir más de 4.000 GWh/año de electricidad en base, la electricidad que garantiza la estabilidad del sistema eléctrico español. Además supone incrementar nuestras importaciones de materias primas en unos 25 millones de barriles de petróleo equivalente, lo que agravará aún más nuestro déficit exterior. 

COMPETITIVIDAD:

Garoña produce electricidad a un coste de generación económico y estable. Este aspecto es relevante en momentos en los que la falta competitividad está causando el traslado a otros países de centros de producción de elevado consumo con pérdida de puestos de trabajo. El cierre de Garoña incrementará la factura de la luz de los españoles al sustituir su aportación de electricidad por la aportación de otras energías que multiplican por 30 en el caso de la solar, por 5 en el caso de eólico y por 3 en el caso de gas.

SOCIAL Y EMPLEO:

Con los altos índices de desempleo que tenemos en España, el Gobierno tendría que ocuparse de crear puestos de trabajo y no destruir más de 1000 empleos, que son los trabajadores de la central nuclear. Esta decisión demuestra poca sensibilidad social al prescindir de este motor de empleo y de dinamización económica en la zona de la central. En el programa electoral del PSOE se comprometió al pleno empleo y la decisión del cierre de Garoña no contribuye a cumplir con su compromiso.

MEDIO AMBIENTE:

El cierre de Garoña supone aumentar las emisiones contaminantes en España en 3 millones de toneladas  anuales (30 millones en 10 años), lo que nos imposibilita aún más nuestro cumplimiento de los compromisos de Kioto, que estamos sobre pasando en un 47%. El coste estimado por la adquisición de los derechos de emisión derivados del cierre es de 60 millones de euros/año. Suponiendo que la producción de la central de Garoña fuese sustituida por energías limpias, a partes iguales por centrales eólicas y solares fotovoltaicas, se incurriría en un sobrecoste de 158 euros por megavatio-hora, que significaría unos 550 millones de euros al año.

PLANIFICACIÓN ENERGÉTICA:

Abordar la cuestión energética desde la simple sustitución de la energía nuclear por renovables carece de rigor técnico. La nuclear se puede sustituir por energías fósiles que son, como la nuclear, energías de base y no dependen de factores climatológicos, aunque contaminan con sus emisiones de CO2 a diferencia de la nuclear. Las energías renovables son complementarias a las energías de base porque no están disponibles todos los días las 24 horas. Por tanto planificar la sustitución de kW nucleares por renovables no es realista. Todas las energías aportan al sistema, son necesarias, pero no cumplen el mismo papel.

TECNOLOGÍA:

Es incoherente cerrar una instalación reconocida mundialmente por su excelencia técnica y con un informe favorable del CSN  y, al mismo tiempo, reiterar por parte del Gobierno su prioridad a los programas de I+D. Garoña está promoviendo un importante desarrollo tecnológico y aborda fuertes inversiones en bienes de equipo y servicios.

Estas son las consecuencias a corto plazo del cierre de Garoña en 2013, y  hay que considerar además el daño irreparable que supone que España pierda capacidad nuclear. Nuestra credibilidad internacional y nuestro papel en Europa se verá cuestionada por una decisión política que anuncia el cierre de una central nuclear al tiempo que los países de nuestro entorno proyectan la construcción de nuevas.